/Pregón Semana Santa, Málaga 2019 A CARGO DE PALOMA SABORIDO SÁNCHEZ
Koke-Pérez-Pregón-Semana-Santa-2019-37

Pregón Semana Santa, Málaga 2019 A CARGO DE PALOMA SABORIDO SÁNCHEZ

Paloma Saborido Sánchez, Pregonera Semana Santa 2019

Llegó el momento. Aquí estoy. Y sigo todavía sin conocer los motivos y razones que llevaron a nuestro Presidente, a elegirme a mí, a una mera cofrade, de entre tantos y tantos conocedores de nuestra Semana
Santa.
Permitidme que, al principio, os revele un secreto; algo que ocurre cada año y que solo los que tenemos el privilegio de acompañar a mi Madre del Amparo desde las últimas filas de nazarenos, conocemos y
vivimos el Domingo de Ramos. Acompañadme por un instante al Patio de Gaona, donde se organiza la sección de la VIRGEN DEL AMPARO.
Porque me viene a la memoria justo el momento previo a la salida de nuestra procesión. Imaginaos, tras prepararnos en el Patio del Instituto, oramos, nos abrazamos y nos cubrimos con el capirote que oculta la inquietud
del pollinico. El gélido mármol del suelo observa cómo incesantemente siguen colocándose carguitos, filas de bastones, insignias… Y nosotros, los hermanos de luz, que esperamos impacientemente mientras nos
aferramos al rosario que prende nuestra mano para calmar el desasosiego de Verla. El mayordomo nos hace avanzar para abandonar aquel Patio.
Los últimos, ordenados por antigüedad, debemos continuar pasando por debajo del dintel de la reja; y uno a uno, cada nazareno verde del Amparo, va inclinando su capirote para atravesarla y alcanzar la calle. Y
llega el último, llega mi turno. Y debo deciros que no se muy bien si por costumbre, por no desentonar o simplemente por seguir sin apreciar las dimensiones reales de mi talla física, agacho mi capirote como los demás.
Y entonces, ocurre; suenan las sonrisas cómplices de cada año; incluso, os confieso, algún comentario algo malicioso sobre mi estatura, pues lo cierto es, amigos, que ni aun atravesando totalmente erguida, con calzado y de puntillas, jamás podría rozar siquiera el dichoso dintel de aquella cancela.
Pues bien, debo confesaros que así me encuentro hoy ante vosotros.
Carente de talla para pregonar nuestra Semana Santa. Carente de talla para reflejar en mis palabras los sentimientos que despiertan en mi cada Imagen a la que rezo. Carente de talla que me permita alzarme al menos a los hombros de aquellos que me antecedieron en este honorable camino.
Por todo ello, y porque toda la noche habré de hablaros de puntillas, mis primeras palabras serán, deben ser de agradecimiento.
A ti Pablo, por depositar en mí el extraordinario legado construido durante décadas por insignes pregoneros, legado impertérrito ante transformaciones sociales o políticas. Gracias, porque sin merecimiento alguno por mi parte, me has convertido en la voz que se alce para alabar, exaltar y honrar el instante presente en la dilatada historia de nuestra Semana Santa. Gracias, porque sin saberlo, me has ofrecido el mejor e inmenso regalo que, junto a mi marido y mis dos hijos, conformarán mi personal y propio patrimonio.

A ti Santi, por tu presentación; por tus palabras en aquella sorprendente tarde en la que se anunció mi nombramiento; por tu aliento, tu experiencia y tu brillante intervención del pasado año, que nos inspiró
y nos estimuló a muchos cofrades que esperábamos con ilusión tu pregón; y que debo confesártelo, convierte aún más difícil si cabe mi tarea de hoy.
Y a vosotros, a todos vosotros mis amigos cofrades. Os agradezco ya, desde ahora, sin esperar ni un segundo más, vuestra paciencia, vuestra indulgencia, vuestra generosidad por comprender que hoy, ante vosotros,
me presento sin credenciales, sin títulos, quizá hasta sin la vergüenza que debería requerírseme. Porque solo traigo conmigo una verdad cofrade abarrotada de recuerdos, de presente, de intenciones. Una verdad cofrade
que, seguro, es idéntica a la vuestra; que engalana la Fe que profesamos con túnica y capirote; que distingue avenidas según el itinerario cofrade; que advierte que el color solo es color si se recoge en un hábito de nazareno; que huele a incienso y romero ya sea en Navidad o en el estío; que nos sentimos hermanos aun sin tener sangre que nos una; que la única duda que nos acecha es si acompañamos a Jesús o a su Bendita Madre; que hasta alcanzamos a ver a Dios en un trozo de madera… Porque esta noche os traigo esta que es la realidad de cualquier cofrade malagueño.
Dejadme esta noche que humildemente me convierta para vosotros en lazarillo. Permitidme que atravesemos los tiempos, las historias,

A ti Santi, por tu presentación; por tus palabras en aquella sorprendente tarde en la que se anunció mi nombramiento; por tu aliento, tu experiencia y tu brillante intervención del pasado año, que nos inspiró
y nos estimuló a muchos cofrades que esperábamos con ilusión tu pregón; y que debo confesártelo, convierte aún más difícil si cabe mi tarea de hoy.
Y a vosotros, a todos vosotros mis amigos cofrades. Os agradezco ya, desde ahora, sin esperar ni un segundo más, vuestra paciencia, vuestra indulgencia, vuestra generosidad por comprender que hoy, ante vosotros,
me presento sin credenciales, sin títulos, quizá hasta sin la vergüenza que debería requerírseme. Porque solo traigo conmigo una verdad cofrade abarrotada de recuerdos, de presente, de intenciones. Una verdad cofrade
que, seguro, es idéntica a la vuestra; que engalana la Fe que profesamos con túnica y capirote; que distingue avenidas según el itinerario cofrade; que advierte que el color solo es color si se recoge en un hábito de nazareno; que huele a incienso y romero ya sea en Navidad o en el estío; que nos sentimos hermanos aun sin tener sangre que nos una; que la única duda que nos acecha es si acompañamos a Jesús o a su Bendita Madre; que hasta alcanzamos a ver a Dios en un trozo de madera… Porque esta noche os traigo esta que es la realidad de cualquier cofrade malagueño.
Dejadme esta noche que humildemente me convierta para vosotros en lazarillo. Permitidme que atravesemos los tiempos, las historias…..

Leer o descargar pregón completo: Aquí